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Las caries son infecciones presentes en los dientes y provocadas al ingerir alimentos azucarados, los cuales provocan en la dentadura bacterias que se metabolizan y producen ácidos que destruyen el esmalte dental y comprometen la salud de la dentadura de los niños en tempranas edades.
La saliva y el flúor permiten compensar la destrucción del esmalte dental y ayudan a la remineralización del mismo, pero para evitar la erosión dental y como consecuencia la producción de la caries, estos son los principales consejos a tener en cuenta:
- Reducir el consumo de azúcar
En primera medida, se aconseja que los niños disminuyan los niveles de azúcar ingiriendo productos con bajo contenido de glucosa en sus componentes. En las edades comprendidas entre los 1 y 10 años los niños son muy propensos a consumir alimentos dulces en altas proporciones, lo cual genera un hábito constante de consumo que si no se reduce ni se acompaña de una buena higiene puede acabar provocando la aparición de los Streptococcus mutans, microorganismos que destruyen el esmalte de los dientes y afectan el buen estado de la dentadura de los más chicos.
- Evitar que el niño bebé se quede dormido chupando biberón
Los azúcares que permanecen en los biberones de leche de los bebés pueden terminar por corroer el esmalte dental con los mordiscos de los niños, más aún cuando el chupete es azucarado o contiene miel. La succión en las noches o en períodos prolongados de tiempo puede provocar la aparición de más bacterias y el daño a la vez de la composición de los dientes cuando apenas están por salir. Según Manuel Maya, odontólogo en Valledupar, los dolores e infecciones se pueden evitar en mayor medida cuando los niños bebés no se vuelven tan dependientes al consumo de azúcar con cubiertos o instrumentos donde puedan quedar restos de alimentos.
- Cepillar muy bien los dientes
Además de llevar una dieta sana reduciendo el azúcar y cuidando la manera en que el bebé es alimentado, es importante considerar que una buena higiene siempre ayudará a prevenir cualquier rezago de suciedad e irregularidad en la salud oral de los menores de edad. Enseñar a los niños a cepillar cuidadosamente cada diente y eliminar las bacterias potenciales que puedan acumularse allí por cuenta de la desmineralización de los dientes, ayudará a evitar dolores y eventuales infecciones.
Hay que tener en cuenta que si la crema dental utilizada para el lavabo dental contiene flúor, éste último ayudará a contrarrestar los efectos negativos del dulce acumulado al interior de la boca. Si el niño es menor de tres años se recomienda hacer un cepillado de dientes con una crema dental que no contenga más de 1000 ppm (partes por millón) de flúor. Del mismo modo, es aconsejable limpiar las encías y la lengua con una gasa o con un cepillo de dientes con cerdas suaves. A partir de los tres años el cepillado debe ser realizado por los niños, con la supervisión de una persona mayor.
Buen post
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Al ratón pérez no le gusta esto.
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No es obvio, que se cepille los dientes.
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Wow! que articulo tan interesante
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